Le supieron más amargas de la cuenta a Angela Merkel las cervecitas de ayer. El duro varapalo recibido en las elecciones regionales de Renania del Norte-Westfalia por el partido de la canciller que gobernaba coaligado con los liberales, supone un punto de inflexión en la carrera de la política alemana, que pierde la mayoría en el Parlamento, además del gobierno de dicha región, el más poblado del estado federal. La ayuda a Grecia, demorada esperando la ocasión propicia para evitar el menor coste electoral, no ha sido entendida por el electorado, hastiada de pagar impuestos para sufragar estas operaciones in extremis de terceros países desgobernados por ineficaces gestores.
Tan distinto y diferente a lo que nos ocurre en el soleado sur, festivo y mediterráneo. Aquí se tira con polvora ajena lo que sea menester. Se rehabilita un Palacio en Sevilla por 50 millones de euros para sede de un gobierno autonómico aunque la tasa de paro ronde el 27 por ciento. Qué viva la Pepa de Puerto Real, que no pasa ná, ah, y apunta otra ronda, camarero.
Aquí , por muy mal que lo hagas, la reelección está asegurada por tiempo indefinido. Es sumamente díficil que los resultados de unos comicios de la naturaleza que sean te fastidien el placer de unas cervecitas bien tiradas. Si es que somos tan inocentes, tan buenazos, que la cosa pública nos resbala... hasta que la subvención o la ayudita se acaban, que en la vida nada es para siempre.
Fotografía de Casiano López @
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