lunes, 3 de mayo de 2010

CONFESIONES DE UNA MODELO


“ No os imagináis cómo puede ser de dura , monótona y cansada la vida de una modelo. La belleza no es un don que dure eternamente. Como una flor, se marchita pronto. Ganamos poco y el cuerpo se resiente a la larga. Eso de repetir una pose en largas sesiones, un gesto o una posición termina dejándote agotada, aunque lo peor es mantener una acrobática y complicada postura, 10, 15, 20 o 30 minutos sin inmutarse y sin que te asalten repentinos picores en las zonas más increíbles. Nos desnudamos como un trabajo corriente o porque nos gusta la emoción del arte, o para que un pintor o un fotógrafo inmortalice el rayo efímero de una belleza que se va con los años. Algunos, los muy buenos, dejan entre líneas, trazos y colores, un trozo de nuestras almas. En las obras que perduran nunca envejecemos ni morimos. En la gran mayoría sólo permanece un hálito de lo que fuimos. Del aire que una vez respiramos queda una sombra invisible que te cerca los ojos, se confunde con el vientre, te acaricia los senos o dibuja una cadera en escorzo. Las líneas de mi cuerpo son tiempo detenido, una ola congelada, de espuma y agua, antes de romper contra las rocas….”

No hay comentarios: