miércoles, 17 de febrero de 2010

EL BLOG DE LA MARI-2 AGUA VA


Qué jartita estoy de agua, por mi virgencita de los Remedios. Qué pechá de llover se está dando, que llevamos ya tres meses liados sin parar, y esto sigue y sigue como los conejitos de duracell, que no se le acaban las pilas nunca y a Ubrique le va a salir, como a las preñás con los antojos, una bahía entera, con sus barquitos, su puerto y sus pescadores, al final de la Avenida, en la Plaza de la Estrella, donde no se forman charcos sino lagunas.



Y estoy más que harta, porque la ropa no se me seca ni a las de tres y no quiero poner más lavadoras porque la primera tanda sigue húmeda y goteante, que es que no tengo ni soberana idea que nos vamos a poner Pepe y los niños y una servidora, si el temporal continua como parece. Aunque para ponernos, mi Pepe y yo nos pusimos un poquito pintones el día de los Enamorados, con una botella de Lambrusco helado y burbujeante que nos cargamos sin darnos cuenta mientras disfrutábamos de la cena que el muy ladino me había preparado a escondidas.


Lo primero, acostó prontito a los niños y después, ante una hermosa y coqueta mesa , me sorprendió con unos entrantes exquisitos: un bandejita de jamón 5J , unos canapés variados, una ensaladita con su melva canutera y sus espárragos blancos bien aliñá, unas almejitas en salsa con sus sopones que te quitan el sentío, y para rematar, un platito de secreto ibérico, que vaya tela como me quedé. Ah, y su copita de champán a los postres, que no falte de ná, que un día es un día.


Y mira, con el tiempo que llevamos juntos y todavía reviviendo ciertos ritos que se resisten a desaparecer. Nosotros no somos muy partidarios de celebrar fiestas que parecen impuestas, porque no creemos en los montajes comerciales. Cualquier día es bueno para celebrar las pequeñas cosas que nos hacen felices y no las que nos marca la esclavizada sociedad de consumo en que vivimos. Aún así , lo hicimos el mismo domingo 14, y ya estaba lloviendo por la noche otra vez, para variar. Ni vimos la tele, ni los Goya con su premio. Apagón total , como el del gobierno incapaz que tenemos que no puede con la que tiene encima. Porque fue la velada perfecta.


Un poquito de música, los ojitos chispeantes, un rocecito de manos al coger las copas. Y así hasta que la cena romántica concluyó sobre las 12 de la noche. Siendo domingo, tampoco podíamos alargarnos más. Ya sabéis, que si los niños al cole, el padre, a la fábrica y yo a mis tareas diversas, lo mejor es estar descansados para el lunes.


Un lunes tan distinto al de la semana pasada, sí, el de la Huelga famosa. Vaya éxito la convocatoria y el parón generalizado. Y la jornada, sin incidentes, excepto el conato que hubo en el Mercadona, que encendió los ánimos de algunos predispuestos. Es que Ubrique es ejemplar, como siempre, y aunque muy tocado en lo laboral sigue siendo un pueblo grande que busca la esperanza y el futuro cuando éste se oscurece. Gente buena que solo quiere trabajo que no le falte, que lo demás ya vendrá.


Qué diferente de los políticos, con sus medias verdades, su hipocresía y sus estratagemas. Incapaces de arreglar lo nuestro, se arreglan lo suyo los angelitos, que van a hacer, si no. Mientras tanto, llueve y llueve y Ubrique es como una novia desconsolada, abandonada a su suerte , triste y llorosa, que espera al novio que no se sabe si volverá.


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