jueves, 15 de abril de 2010

LA PILA DEL CONVENTO



Y anda que no he bebido yo veces en esta pila del Convento cuando era un niño. Y las veces que he jugado a tirarnos agua con mis amigos de la niñez en los recreos del que fue mi primer colegio, cuyo patio fue una inmensa huerta, con su alberca y esa pila de la que manaba un torrente de agua fresca. Sí, yo estudie en el Convento, de ahí mi amor por el lugar del que guardo tantos y tan inefables recuerdos.
Qué razón tenía Machado en aquel último verso encontrado en un bolsillo de su raído gabán, que habia soportado su paso por los Pirineos, huyendo de los fascistas: " estos días azules y este sol de la infancia"
La luz de esta primavera me acerca a la de aquel tiempo y me deja sorprendido cuando me veo correr despreocupado sin que las horas tengan prisa en el reloj.
Fotografía original de Casiano López.

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