viernes, 11 de junio de 2010

MUDANZAS




Estoy de mudanza. No me preocupa en exceso el nuevo destino, que Dios dirá. Lo que me fastidia es las cajitas, los libros amados y la criba de enseres. Como el cura y el escribano en el capítulo VI , del donoso  y grande escrutinio que hicieron en la libreria de nuestro ingenioso hidalgo D. Quijote, he de proceder a escoger los libros ungidos que pasarán la selección a los que arderán en el infierno del olvido y el abandono. Cada trayecto deja en las cunetas el peso de un lastre tejido de páginas insomnes ardiendo en lontananza. Yo he de escoger en breves días a los justos de los condenados. Demasiada responsabilidad para un corazón vulnerable.

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