viernes, 18 de junio de 2010

ADEUS



Tentado estuve en varias ocasiones de escribir al maestro a su retiro de Lanzarote , en las Islas Afortunadas y tengo la  seguridad  de que me hubiera contestado aunque hubiesen sido unas pocas y escuetas líneas. Lo mismo hizo el secretario de Antonio Gala con la ingenuidad de mis 17 años cuando lo requerí para que prologase una de mis exposiciones, excusándose en que D. Antonio estaba demasiado ocupado en una obra de teatro pero que más adelante podía ser posible. No volví a intentarlo de todas formas y es que entonces me atrevía con todo. Ahora lamento no haberlo hecho con José Saramago, del que  me siento especialmente cercano. Al menos tuve la inmensa suerte de escuchar su voz y disfrutar de su amigable presencia en una conferencia que impartió en Sevilla en un tiempo que me parece remoto y lejano. Su discurso cálido y combativo a favor de los desheredados y de las causas perdidas sigue estando plenamente vigente . La denuncia del actual sistema que nos lleva a la debacle y a la ruina así lo atestigua . Su ideario recaba nuevos voluntarios que recojan el testigo de una llama que nunca ha de apagarse. El mundo no cambiará así como así porque lo demuestra el signo tortuoso de la Historia, pero dicen los chinos que paletada a paletada puede cambiarse una montaña de sitio. Saramago, Don José siempre lo creyó y dedicó su vida y su talento a ello.
Decirle a su compañera del alma, Pilar del Río, que  no es la única persona que lo echará de menos y que se ha quedado sola, no es mucho consuelo, la verdad. Pero no deja de ser cierto. Su espíritu, suena a tópico, a fuer de repetido, permanece inalterable en la inmensidad de su obra. Lo más que consigue la muerte es una pírrica victoria que nos priva del ser querido, más no de su alma inmortal que late en cada uno de nosotros rodeándonos con su aura. Aunque descreído de casi todo, puede que esté a la diestra del Dios en que confiamos, el de la justicia y el del amor.
Adeus, meu amigo.

No hay comentarios: