Gira la rueda de la Fortuna
en azarosas vueltas,
repartiendo por doquier
amor y desamor,
besos y puñaladas,
hastío y deseo,
hambre y hartazgo,
divisas y miseria,
suave música o feroz ruido.
Caen las aguas en abundancia
o se resquebraja la tierra en su ausencia.
Los hados son así,
se expresan en poéticas metáforas
que te envian en sobres livianos.
Dentro viajan
el champan y la hiel,
la belleza de tu risa
o la sombra amarga de las
lágrimas que derramas.
Tanto contenido en tan ligero peso.
Del libro de poemas inéditos " Los días deshabitados".
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